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Programa:
Corporativo
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Estado:
Construido, 2015
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Superficie:
750 m²
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Fotografía:
Fernando Cornejo
La transformación del Banco Guayaquil en Quito es un testimonio elocuente de la evolución y adaptación de una de las entidades bancarias más antiguas de Ecuador, que se aproxima a su centenario.
Este proyecto de renovación trasciende un mero cambio en la infraestructura física; refleja el compromiso del banco con la innovación y la mejora continua, enfocándose en fortalecer las relaciones con sus colaboradores y en elevar la calidad de los servicios para sus clientes.
El desafío del proyecto residía en crear un diseño arquitectónico coherente y unificado, que facilitara la constante evolución de las actividades del banco y de su imagen corporativa, manteniendo siempre un alto nivel de calidad y relevancia.
La remodelación arquitectónica acompaña la transformación digital y la actualización de la imagen corporativa del banco. Se centra en la reconfiguración de los espacios de trabajo, adaptándolos a formatos modernos y funcionales. Este enfoque busca reforzar la identidad de la marca y fomentar un sentido de pertenencia entre los usuarios y el personal.
El rediseño se orientó a la creación de espacios de trabajo abiertos y salas con cerramientos transparentes, diseñados para promover la interacción y el trabajo colaborativo, generando un ambiente laboral dinámico y estimulante. En cuanto a la digitalización, se enfocó en la adaptabilidad a los avances tecnológicos y en satisfacer las crecientes necesidades de los clientes, con un diseño centrado en el usuario, priorizando la funcionalidad y la integración eficiente de la autogestión y los servicios personalizados.
Los accesos al banco fueron concebidos para comunicar la renovada imagen de marca desde el primer momento en que los usuarios entran a la sede. Los colores corporativos se integran en el equipamiento y mobiliario interior, presentes en las salas de espera y espacios comunes.
Este proyecto va más allá de una simple renovación física; representa una redefinición de la experiencia bancaria, alineando la arquitectura con las aspiraciones y necesidades de una institución en constante evolución.
